En Es Trull mantenemos nuestra esencia y carácter ibicencos.
En el pasado como molino de aceite donde toda la zona de Balansat traía sus aceitunas para elaborar el oro líquido; en el siglo XVIII a modo de parroquia durante la reforma de la iglesia de San Miguel.
Y en el presente, como un enclave auténtico, marcado por la historia: un oasis de paz y de reunión.